Matarraña una comarca insólita
Calaceite, Valderrobres, La Fresneda, Valdealgorfa.
La ruta” Matarraña insólita” es una propuesta de una jornada de duración, la cual pretende aglutinar los elementos patrimoniales más relevantes y significativos de esta zona del Bajo Aragón Histórico, con las tradiciones, su etnología y sobre todo su gastronomía más representativa.
Se trata de una interesante ruta que recorre las localidades de Calaceite, Valderrobres, la Fresneda y Valdealgorfa.
Partiendo desde Valdealgorfa y a escasos 20 kilómetros, nuestra primera parada es Calaceite.
Es la capital cultural de la Comarca del Matarraña. Un paseo por sus calles en seguida nos recuerda su pasado amurallado. De éste nos quedan tan solo dos portales, el Portal de Maella (capilla de la Virgen del Pilar) y el Portal de Horta (capilla de San Antonio). Es de obligada visita el Museo Juan Cabré, ubicado en la calle del mismo nombre. Su ubicación, en un edificio rehabilitado del S. XVIII, recoge las investigaciones, hallazgos y piezas más representativas del yacimiento ibérico de San Antonio, ubicado en la localidad, realizadas por el arqueólogo Juan Cabré durante el primer tercio del S.XX
Nuestro viaje continúa durante 20 kilómetros, por la A. 231 en dirección Cretas, Valderrobres.
Valderrobres es la capital de la Comarca del Matarraña y posee uno de los conjuntos urbanos más espectaculares de todo el Bajo Aragón turolense. Adentrarse en su casco urbano por el Portal de San Roque es entrar en un lugar único, pleno de edificios imponentes y majestuosos ubicados en la Plaza Mayor. Detenerse allí para tomar algo en algunos de los bares, mientras se contemplan las fachadas de edificios como el de la casa consistorial, palacete de estilo renacentista aragonés con lonja y relajarnos en su armonía, no parecen una mala manera de retomar fuerzas antes de emprender la ascensión al Castillo y la Iglesia.
La subida merece la pena solo por el recibimiento que ofrece al visitante la gran portada de arcos abocinados de la iglesia dedicada Santa María la Mayor, de estilo gótico levantino, la cual se comienza a construir bajo el obispado de Pedro López de Luna entre 1325 – 1349. Ésta se halla indiscutiblemente ligada al Castillo, compartiendo ambos periodo y fases constructivas, a pesar del germen anterior de carácter defensivo de este último.
Después de reponer fuerzas con la comida, nuestra ruta continúa hasta la localidad de La Fresneda. Otro imponente conjunto monumental declarado Bien de Interés Cultural que no nos van a dejar indiferentes. La calle Mayor posee un lateral porticado definido por amplios y numerosos arcos cubiertos con techumbre adintelada de madera que la recorren desde el inicio hasta su llegada a la Plaza.
En ella se emplaza su Casa Consistorial, un edificio renacentista construido a finales del XVI de aspecto imponente, una de las casas consistoriales más monumentales de Aragón que presenta evidentes semejanzas con la edificada en la población vecina de Torre del Compte.
Justo allí, al lado de la plaza y bajo el edificio de la lonja de la Casa Consistorial, se halla, rehabilitada para la visita turística, la vieja cárcel de la localidad. Es un complejo penitenciario compuesto de tres estancias con un pozo para los presos más peligrosos, lugar lúgubre y de condiciones extremas.
Ya solo nos queda regresar a casa. Tomamos la A. 231 en dirección a Valjunquera y en tan solo 13 kilómetros estamos de nuevo en Valdealgorfa.
El viaje ha merecido la pena y el recorrido también. No en vano, hemos visitado algunos de los pueblos más bonitos de España. Así que ahora, solo queda descansar. Si estamos en época de recogida de la oliva, podemos visitar la cooperativa de la localidad, realizar una cata de aceites y ver como se trabaja, desde el principio del proceso, este oro líquido tan presente en nuestro territorio.
Esperamos que os haya gustado.