El Bajo Aragón, una mirada distinta
Alcañiz, Calanda y Alcorisa
Esta ruta pretende ofrecer al visitante un recorrido por los principales elementos patrimoniales de este territorio, contados a través de una mirada diferente. Además, degustaremos algunos de los mejores caldos que se elaboran en estas tierras, conformando así un maridaje perfecto entre gastronomía y turismo.
La ruta recorre Alcañiz, Calanda y Alcorisa, vistando sus cascos urbanos y edificios más emblemáticos, además de adentrarse en los monumentos y espacios interpretativos que harán las delicias del visitante.
Partimos de Valdealgorfa en dirección a Alcañiz. Ésta es nuestra primera parada. Visitar Alcañiz es ir a la Plaza de España, entrar en la Oficina de Turismo descender a los pasadizos subterráneos de su casco antiguo. Aunque parezca mentira, la ciudad en su parte más vieja, se halla minada por galerías excavadas que la recorren conectando los principales edificios, y con un único objetivo, llegar hasta el río para escapar en caso de asedio. La nevera que también se halla debajo de la Oficina de Turismo, se halla musealizada para su visita.
Ascendemos de nuevo hasta la calle y nos dirigimos hasta la Excolegiata de Santa María la Mayor. Sus enormes proporciones y su ubicación, en un extremo de la Plaza de España, y su portentosa torre gótica, no dejan indiferente a nadie. Adentrarnos en el templo es observar una iglesia de estilo barroco y grandes magnitudes. Apreciamos en seguida su silencio. En su interior destaca la capilla de la Soledad, última obra antes de la demolición del templo gótico en 1736.
Pero si hay algo curioso en el interior de la iglesia son las pinturas góticas de la sacristía. Se trata de un conjunto de tablas góticas y renacentistas, las cuales harán las delicias de todo aquel que las visite, por sus colores, los gofrados de oro y excelentes formas.
Nuestro recorrido debe de continuar con una visita al Castillo Calatravo. Éste se halla situado en lo alto del Cerro de Puy Pinos, y alberga un maravilloso conjunto de pintura mural gótica, tanto religiosa como civil, único en Aragón. En la Torre del Homenaje podremos contemplar al Rey Jaime I, montado a caballo, al cual le acompaña su séquito en la conquista de Valencia. Joyas que destacan por su belleza, desafíos a la fe religiosa en forma de rostros sarcásticos que sacan la lengua en tono burlón, o réplicas de viejas leyendas medievales con moral incluida.
Descendemos del Castillo y nos adentramos dentro del barrio de los Almudines. Es uno de los barrios medievales mejor conservados de Aragón, que dan a entender la expansión que sufre la ciudad en el S.XIV así como el asentamiento y el tipo de población que en él vivía. Introducirnos en él es también, volar muchos siglos hacia adelante y regresar al S. XX, al interior del refugio antiaéreo de la Guerra Civil que todavía se conserva y que ha sido rehabilitado para su visita. Allí podremos recordar lo que sucedió el 3 de octubre de 1938, cuando la ciudad de Alcañiz fue bombardeada por completo. Volver a esa época es revivir un suceso que nunca más debería volver a repetirse.
Quizás nos han sobrecogido esos recuerdos. Para que todo regrese a su orden, nuestra siguiente parada es en la Enoteca de la Calle Alejandre. Detenernos en ella es poder degustar algunos de los mejores caldos de Aragón complementados con el exquisito maridaje que suponen el jamón y el queso.
Pero todavía nos queda la tarde y mucho por descubrir. Ahora nuestra mirada avanza unos kilómetros hasta la localidad de Calanda, una de las poblaciones más conocidas por la celebración de la Semana Santa y también porque es la cuna de Luis Buñuel, uno de los cineastas más famosos de nuestro celuloide. Allí visitaremos el Centro de Interpretación que lleva su nombre.
Continuaremos nuestro recorrido hasta la localidad de Alcorisa. Un sorprendente museo que recrea cómo eran las escuelas en las que muchos de nosotros hemos aprendido, nos está esperando con las puertas abiertas.
Dentro de la Iglesia dedicada a San Sebastián en la que nos encontramos se ubica el Centro de Interpretación de la Semana Santa. Pegado a él también podemos visitar el centro de Íberos dedicado a la alfarería y a los hornos.
Antes de regresar y para volver con buen paladar a casa después de un duro día de excursión, degustaremos dulces de repostería tradicional en “Pastelería Isabel”.
Creo que ya basta por hoy, así que de nuevo, regresamos hasta casa. Es recomendable volver por el mismo camino por el que hemos venido, ya que el tiempo seguro que apremia.
Esperamos que la ruta haya sido de vuestro agrado.