La ruta del melocotón de Calanda.
El Bajo Aragón esconde sensacionales tesoros en forma de rutas senderistas, paisajísticas y gastronómicas que no nos podemos perder.
Desde Casa Rural El Corral de Valero de Valdealgorfa os proponemos una ruta alrededor de una de las variedades estrella en Teruel como es el Melocotón de Calanda.
Vamos a adentrarnos en algunas de las localidades productoras de esta variedad con denominación de origen como son Calanda, Alcañiz, Puigmoreno y Valmuel, para conocer más sobre algunos de sus aspectos de su variedad, producción y técnicas de recolección. ¿Os apuntáis?
Salimos de Valdealgorfa en dirección Torrecilla deAlcañiz – Castelserás por la A. 1410 y en media hora llegamos a la localidad de Calanda, sin duda una de las más importantes del Bajo Aragón de Teruel.
Tres enseñas son las más importantes y por lo que es de sobra conocida; sus tambores y bombos, la gran fama internacional del cineasta Luis Buñuel, su cerámica tradicional y la variedad – denominación de origen Melocotón de Calanda.
La localidad conserva numerosos y valiosos edificios de arquitectura civil renacentista como la Casa Consistorial o Casa Allanegui o palacio Fortón Cascajares, sede actual del Centro Buñuel, que si tenemos tiempo podemos visitar. Edificios religiosos como la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza del S. XVII y el templo de Nuestra Señora del Pilar del S. XVIII completan el recorrido.
Después de darnos un breve paseo por su casco urbano, bien merece la pena realizar una visita a la Cooperativa “La Calandina”, situada junto a la N-211. Se trata de una sociedad fundada en 1972 y que dentro de sus objetivos está el de transformar y comercializar los productos autóctonos del Bajo Aragón, entre los que se halla en “Melocotón de Calanda con denominación de Origen” en Teruel.
Lo que lo hace diferente, tal y como nos explicarán en la cooperativa, es que se trata de un producto tradicional y artesano de la provincia de Teruel, porque es embolsado, uno a uno en el árbol, durante los meses de junio y julio, de forma manual, utilizando pequeñas bolsas de papel traslúcido y transpirable. Éste debe de permanecer en la bolsa de papel parafinado hasta el momento de la manipulación, durante un periodo mínimo de nueve semanas que lo van a preservar de posibles plagas e inclemencias climáticas.
Se trata sin duda de una de las variedades de melocotón que en seguida reconocemos por su color, amarillo crema y amarillo pajizo uniforme y por su tamaño, de calibre mínimo de 73 milímetros. Destaca además por su carne bien adherida al hueso.
Retomamos de nuevo nuestra ruta del Melocotón de Calanda, después de conocer algunas de las características de esta rica fruta y ahora nos dirigimos hacia la ciudad de Alcañiz, a la que llegaremos tras recorrer unos 16 kilómetros por la N. 211. Allí, a orillas del rio Guadalope, concretamente en el Molino Mayor Harinero, se halla la sede de la Denominación de Origen del Melocotón de Calanda. Visitar la instalación en sí mima ya es un espectáculo y bien merece la pena, ya que se trata de una de las edificaciones civiles más antiguas construidas extramuros de la ciudad por la Orden de Calatrava en el siglo XIII.
En él, destacan las antiguas salas de máquinas de la central hidroeléctrica de principios del S. XX, así como el espacio dedicado a Centro de Visitantes de la Ruta “Iberos en el Bajo Aragón” con sede en la primera planta del Molino.
Retomamos de nuevo la ruta. Nuestro recorrido ahora nos lleva a una de las localidades más representativas de la Denominación de Origen Melocotón de Calanda; la pequeña pedanía de Valmuel. Tomamos la N. 232 hasta las indicaciones de acceso a Motorland y en apenas 10 minutos habremos llegado, en primer lugar a Puigmoreno y a continuación a Valmuel.
Estas dos localidades se construyen como “Pueblos Nuevos” de colonización en 1956, fruto de una política colonizadora ligada a la extensión de regadíos, constituyendo dos perfectos ejemplos de los numerosos pueblos de colonización que existen en todo Aragón.
El agua del embalse de la Estanca es clave para la creación a mediados del S. XX de nuevas y fértiles zonas de regadío, perfectas para el cultivo de la variedad de la Denominación de Origen Melocotón de Calanda y otros frutos.
Detenerse en Valmuel y dar un paseo por sus calles es presenciar la historia viva y desgarrada de sus habitantes denominados “Colonos”, venidos desde distintas zonas de la provincia a los nuevos y prometidos pueblos que contenían los fértiles terrenos cultivables.
Para conocer a la perfección, tanto la breve historia de estas dos localidades, como la de sus habitantes, es recomendable realizar una visita al “Centro de Interpretación del Colono”, el cual se halla situado en la antigua casa del maestro, rehabilitada y musealizada al efecto.
Y si todavía nos hemos quedado con ganas de conocer más sobre el entorno de la localidad, podemos realizar una sencilla ruta senderista hasta las inmediaciones del Cabezo Negro de Puigmoreno, y desde allí continuar hasta la Masía de los Ladrones o hasta la gran abertura en la roca conocida como Cueva Infernalera.
Es sin duda uno de los lugares naturales más emblemáticos, resquicio del antiguo periodo carbonífero, que servirá para hacernos una idea y contemplar las grandes extensiones cultivadas de frutales en ambas pedanías turolenses.
Para terminar, solo nos queda regresar de nuevo a nuestra vivienda de turismo rural Casa Rural El Corral de Valero en Valdealgorfa para saborear en el plato alguno de los ricos melocotones que, a buen seguro, habremos encontrado a lo largo de todo el recorrido. ¿Te apuntas?