Rutas con encanto y sabor mediterráneo

Tras las huellas de Loscos y Pardo Sastrón

 

plato pastasCon sólo dos palabras “mediterráneo” y “sabor” nos trasladamos a tierras bajoaragonesas.

Siguiendo las huellas de los botánicos Francisco Loscos y José Pardo Sastrón, visitaremos el legado de las rutas botánicas por Ráfales o Torrecilla de Alcañiz, nos dejaremos seducir por los productos de sus fértiles huertas con increíbles sabores mediterráneos al degustar los manjares de la cocina tradicional bajoaragonesa. También quedaremos impresionados por los grandes árboles monumentales de Valdealgorfa y Calanda, ejemplares centenarios de dimensiones únicas.

Desde Casa Rural El Corral de Valero de Valdealgorfa en Teruel os queremos dar algunas ideas para que degustéis y saboreéis nuestro territorio y el paisaje de un modo diferente. ¿Os apetece venir?

Ruta 1.

Comenzamos nuestra andadura tras las huellas de los dos botánicos.
Ciprés del Convento en Bajo Aragón Nuestra primera parada es en el Convento de las Clarisas de Valdealgorfa. Allí podemos contemplar un ejemplar espectacular. Se trata del ciprés del Convento. Es un árbol de más de 12 metros de altura por cinco de diámetro de copa, que se halla clasificado en el catálogo de árboles singulares del Bajo Aragón. No nos lo podemos perder.

 

Retomamos nuestra ruta, tras las huellas de los dos botánicos y nuestro siguiente destino será la localidad de Torrecilla de Alcañiz. A la salida de la población debemos de tomar la A. 1410 en dirección a esa localidad. Y es que Torrecilla es el pueblo en el que nace José Pardo Satrón, amigo de Loscos y autor de la Serie de Plantas Aragonesas junto con su socio y colaborador.La figura de Pardo Sastrón se halla vinculada muy directamente a esta localidad de la provincia de Teruel, además de porque le vio nacer, por el maravilloso legado que ha dejado en ella en forma de pequeño jardín botánico. Y es que en Barcelona, allá por el año 1840, ya asistía a las clases del doctor Colmeiro en el jardín botánico de la ciudad Condal. De este modo, el legado de Pardo Sastrón con su localidad natal no podía ser más emblemático y sugerente. Pero su legado vital va más allá, porque a la salida de Colmeiro de la cátedra que ostentaba, éste se la ofreció a Sastrón quién renunció por regresar como farmacéutico a Torrecilla de Alcañiz, Valdealgorfa y La Codoñera.

Desviarnos de nuestro itinerario hacia esta última localidad por un instante, vuelve a significar retomar el sabor mediterráneo de nuestra ruta en forma de gastronomía y de  de dulces típicos de tradición bajoaragonesa como son las tortas de alma; exquisitos dulces a base miel, cabello de ángel, confitura de calabaza, anís y azúcar, que se elaboran en la panadería de la localidad. O las sabrosas tortas de pimientos, elaboradas a base de pimiento rojo y verde, tomate, jamón y harina espolvoreada. Delicados manjares de nuestra tradición que nos representan y son nuestro legado, desde antaño, de un territorio, a mitad de camino entre el Valle del Ebro y la costa Mediterránea.

 

Javier PardosProseguimos nuestra ruta, tras los pasos de los dos botánicos. Nuestra siguiente parada es la localidad de Casteleserás a la que accedemos continuando por la misma carretera A. 1410. El centro de interpretación se halla dedicado a la figura de Francisco Loscos. Se trata posiblemente del botánico más importante de Aragón y el museo es buena prueba de ello. No en vano podemos decir que Francisco Loscos es el precursor de la etnobotánica, es decir de la relación que existe entre el hombre y las plantas, de allí la relación del museo con las plantas medicinales y sus efectos curativos y homeopáticos.

Pero quizás el sabor mediterráneo de este recorrido no se completará hasta que no visitemos un campo de olivos o una olivera, emblema del paisaje del Bajo Aragón turolense.

En la localidad de Calanda se encuentra la olivera del Pitongo. Para llegar a ella deberemos de proseguir por la A. 1408 hasta tomar el cruce con la N. 211 que nos conducirá hasta la localidad. De allí, seguiremos la pista asfaltada en dirección a Castelserás. A mitad de trayecto encontraremos una señal a nuestra izquierda que nos indicará el camino para poder llegar a la olivera. Estamos ante un ejemplar único, que se encuentra enclavado en lo que fue una mancha de olivar mucho más extensa de lo que es hoy en día. Pose una altura de 10,5 metros y un diámetro de copa de 13 metros. De ella se dice que se pueden recoger hasta 300 kilos de olivas. No en vano el Bajo Aragón turolense es eso, campos de olivos que antaño se extendían por lo que hoy son extensiones de cereal de secano y que luchan por mantener la idiosincrasia de lo que un día fueron.

Con la sensación de haber estado delante de uno de los árboles más espectaculares y emblemáticos del Bajo Aragón, regresamos por el mismo camino hasta Valdealgorfa, desde donde reemprenderemos de nuevo la marcha, tras las huellas de Loscos y Pardo Sastrón.

 

Ruta 2.

castillo de la fresnedaLa localidad de La Fresneda, además de su magnífico casco urbano y su conjunto monumental, esconde otros lugares interesantes como el de la Ermita de Santa Bárbara, mirador natural por su ubicación y parte de la historia viva del pueblo. Para llegar hasta aquí, hemos salido de Valdealgorfa y hemos tomado el desvío de la A.231 en dirección Valjunquera, recorriendo unos 13 km.

Los restos de la ermita de Santa Bárbara están situados sobre una colina próxima al gran macizo rocoso sobre el que se alzaba el castillo calatravo.

A ellos se accede tras recorrer un camino con cipreses integrado en el conjunto del Calvario o Vía Crucis y ascender una escalinata excavada en la roca.

Estamos ante en lugar único, ocupado y destruido seguramente durante las guerras Carlistas, y que se presenta como uno de los miradores más excepcionales de esta propuesta de ruta con sabor mediterráneo. Contemplar el paisaje por instante y refrescarnos con el viento que roza nuestra piel nos insuflará la energía suficiente para continuar la marcha.

El último de los lugares que vista esta propuesta con sabor mediterráneo es la localidad de Ráfales. Para llegar a ella desde La Fresneda tomaremos la carretera T-V 3005 en dirección a La Portellada.

La localidad de Ráfales es de extraordinaria belleza ya que su conjunto urbano está declarado BIC por el Gobierno de Aragón. Una visita por el mismo no nos dejará indiferentes. Próximo al hotel El Molí de L´hereu, se encuentra el jardín botánico. Quizás por la orientación norte, quizás por el legado de Loscos y Pardo Sastrón, el jardín botánico emerge como un proyecto único en Aragón, el cual recoge toda la variedad de árboles y plantas de la comunidad; desde las especies pirenaicas hasta las esteparias pasando por las típicamente mediterráneas.

jardin_rafalesEstá dividido en tres zonas claramente diferenciadas.

Zona A: Plantas de Aragón. Aprovechando los antiguos cultivos de la zona y la vegetación actual, se han representado gran parte de los árboles y arbustos Aragón.

Zona B: Medicinales. Enclavada en la zona más soleada, recoge gran parte de las plantas aromáticas y medicinales de la Comarca del Matarraña.

Zona C: Roquedo. Zona dedicada a las plantas de ese hábitat.

Este es el final de la ruta y aquí dejamos a los dos botánicos que prosigan su camino. Nosotros regresamos de nuevo hasta Valdealgorfa donde a buen seguro nos espera una excelente merienda con torta de pimiento, acompañada de unos huevos a la cazuela y culminada con unos excelentes y dulces almendrados. ¡Ah! y todo ello regado con un tinto del Matarraña. Con esta sugerente oferta con sabor plenamente mediterráneo es para regresar ¿no?