El Matarraña mágico y misterioso,
una ruta por las poblaciones más conocidas y los lugares más desconocidos de Teruel.
Recorrer algunas de las localidades más conocidas y emblemáticas del Matarraña de Teruel como La Fresneda, Valderrobres, Beceite o Calaceite siempre es un obligado placer con el que deleitarse, si estás alojado en nuestra casa rural El Corral de Valero en Valdealgorfa. Pero redescubrir estos municipios con otros ojos es hacerlo con una mirada distinta y eso es lo que andamos buscando hoy.
En esta ruta por el Matarraña mágico vamos a recorrer estas localidades de un modo bien distinto, buscando y rebuscando en sus leyendas, ritos y tradiciones más ancestrales, las cuales nos llevarán a conocidos lugares en unas ocasiones y desconocidos e inquietantes en otras. ¿Venís con nosotros?
Salimos de Valdealgorfa en dirección a la Fresneda tomando la carretera A 231 a la que habremos llegado en escasos 10 minutos. La Fresneda es muy conocida por su precioso conjunto monumental pero esta vez nuestros ojos no van a ir dirigidos hacia él.
Situado sobre una colina próxima al gran macizo rocoso sobre el que se alzaba el castillo calatravo se halla la ermita de Santa Bárbara y cerca de ella el observatorio paleoastronómico lunar de la edad del bronce. Y es que desde épocas ancestrales el ser humano ha puesto sus ojos en el cielo y en el devenir de los astros. El devenir de éstos marcaba el ciclo de la vida, de las personas, de los animales y hasta de las cosechas.
El observatorio paleoastronómico de La Fresneda fue construido por el hombre en un intento por tratar de acceder al conocimiento sumo de los astros, los cuales eran y siguen siendo los verdaderos directores del ciclo de la vida. Unos huecos tallados en la roca con distintas formas, en los que se situarían los hitos que servirían de referencia para observar el movimiento de los astros así lo atestiguan. Al lado hay una pequeña piscina o aljibe excavada en roca y en lo alto, una piedra donde el observador se situaría para estudiar y contemplar las evoluciones de los cuerpos celestes. No cabe duda de que se trata, a primera vista, de un lugar mágico e inquietante.
Descendemos del promontorio no sin antes visitar la derruida ermita de Santa Bárbara de estilo barroco, construida a mediados del XVIII para proseguir nuestro viaje hasta la población de Valderrobres.
El castillo de Valderrobres en Teruel nos espera y con él, la conocida historia de la Mano Peluda. Y es que cuenta la leyenda que en el castillo vivía un hombre feo, viejo, desaliñado y sobre todo extremadamente peludo, el cual por el día se escondía en el pozo de la Mano Peluda y por la noche salía a alimentarse para que nadie lo viera. Esta leyenda viene de la mano de un asesinato que fue cometido por un vecino de la zona, el cual se dice que se ocultaba dentro del pozo al que bajaba con una escalera que después retiraba. Se dice que la historia es inventada por la mujer del fugitivo para evitar que los curiosos entrasen al castillo a molestarle. A los niños se les asustaba con que una mano peluda salía del pozo para que no entrasen en el casillo y así disuadirlos.
Pero esto es solo el principio, y ya que en este post estamos revisando nuestra historia con ojos diferentes, hay algunas teorías, creíbles o no, que invitan a mirar la Iglesia de Santa María la Mayor de la localidad y sobre todo algunos detalles de su decoración con otros ojos. Y es que hay quien ve la influencia de la orden del Temple y sus extraordinarios conocimientos en algunos de esos detalles. El rosetón triangular en la cara nordeste que ilumina la capilla del obispo Heredia es poco usual y solo hay en las proximidades uno similar en Rueda. Este rosetón está formado por dieciséis pequeños triángulos equiláteros que podrían simbolizar el ojo de Dios. También otras interpretaciones hablan del 10, el número perfecto para los pitagóricos.
Así mismo, las gárgolas que se hallan en la parte posterior de la iglesia, podrían simbolizar a los conocidos y temidos “dementores” como ocurre en la saga de Harry Potter. Al salir de nuestra visita al castillo nos sorprende la gran mole de la Peña Aznar Lagaya o también conocida como La Caixa por su forma. Se dice que esta peña o promontorio natural es un altar curativo, hasta el punto de que hasta hace poco tiempo, algunos ganaderos de la zona todavía llevaban a sus reses enfermas hasta la elevación para que éstas sanasen.
Proseguimos nuestra ruta hasta la localidad de Beceite en el Matarraña de Teruel, y no vamos a realizar ninguna excursión al Parrisal, sino que vamos a visitar la cueva del Carcol. En la parte poniente de la población y justo al final de una de sus calles (la calle Villanueva) se halla la mencionada cueva de origen templario. En su interior destacan arcos apuntados excavados y labrados en la propia roca, que diferencian unas pequeñas estancias. Actualmente es difícil acceder a ella pues de halla con mucha vegetación en su interior pero merece la pena acercarse hasta sus inmediaciones. Se trata sin duda de un lugar mágico y ritual. En ella, los hermanos de la orden de Jerusalén harían sus iniciaciones como futuros caballeros. Y es que el agua que fluye en su interior se hallaría cargada de simbolismo, como el agua que fluye, el elixir de la vida.
Proseguimos nuestra aventura, tomando de nuevo carretera la A 231 en dirección Cretas hasta Calaceite.
En las inmediaciones de la localidad encontramos una formación dolménica natural, conocida popularmente por las gentes de la zona como la Roca Caballera. Se trata de un monumento megalítico. Cuenta la leyenda que los Templarios y los Calatravos celebrarían allí sus misas. La roca se encuentra en medio de una gran planicie desde donde se tiene una posición privilegiada para la observación de los astros, perfectamente marcados y alineados con los diferentes trépanos y bajo relieves que se hallan labrados en su superficie, señalando solsticios e incluso puntos cardinales en un verdadero ejercicio de perfección matemática.
Estamos sin duda ante un lugar que ya desde el neolítico era utilizado por el hombre con el objetivo de poder estar más cerca de los astros, visualizarlos y conocerlos. También en las inmediaciones hay tres ermitas; Virgen del Pilar, San Antonio y San José, que junto con la ermita de La Misericordia que lo rodean, dejan bien claro que estamos ante un lugar sagrado.
Después de un largo caminar y de un día distinto, redescubriendo algunas de las poblaciones del Matarraña a través de una mirada distinta, regresamos de nuevo hasta Casa Rural El Corral de Valero en Valdealgorfa, donde a buen seguro, y después de relajarnos con una buena ducha, nos seguiremos haciendo muchas preguntas sobre algunos de los lugares mágicos y misteriosos que hoy hemos visitado.