El Maestrazgo mágico
Mirambel, Cantavieja y La Iglesuela del Cid
La Comarca del Maestrazgo es una comarca única, con un patrimonio escondido en el interior de cada localidad, que guarda la esencia de un territorio inhóspito y bello que queda por descubrir.
Las localidades de Mirambel, Cantavieja y La Iglesuela del Cid, definen a la perfección al Maestrazgo como “Maestrazgo único” o “Maestrazgo mágico”.
Desde Casa Rural el Corral de Valero de Valdealgorfa en el Bajo Aragón turolense, os invitamos a visitar estas localidades con nosotros, un recorrido que no os dejará indiferentes en una comarca todavía desconocida.
Es difícil explicar que se siente cuando se visita la Comarca del Mestrazgo por primera vez. Quizás lo primero que asalta al visitante nada más rebasar la localidad de Castellote desde Más de las Matas, viniendo por la A. 226 es que nos hallamos en un lugar alejado de las grandes vías de comunicación y por lo tanto casi aislados.
Precisamente ese aislamiento es el que hace que todavía merezca más la pena una visita a la localidad de Mirambel, que desde nuestra casa rural, se encuentra a unos 90 kilómetros.
Mirambel es la primera parada de nuestro recorrido. Se trata de una pequeña población de unos 139 habitantes.
Mirambel posee el mejor recinto fortificado de toda la Comarca. La localidad y su génesis originales giran en torno a los restos del primitivo castillo y de la iglesia, reformada siglos después y que le confieren el estado actual.
Correspondería a una siguiente etapa de evolución la construcción de su recinto amurallado que diversas teorías lo retrasan hasta inicios del S XV. La orden militar del Temple en el S. XIII le va a otorgar carta de repoblación.
Son cinco los portales que se conservan y hasta cuatro torreones.
Paseando por sus calles, llama la atención su conjunto de casas solariegas y señoriales de piedra. Destacan las casonas de los Aliaga y de los Castellot, ambas casonas poseen los rasgos más característicos de los palacetes renacentistas aragoneses, con portada en forma de arco de medio punto, ventanas en la primera planta, galería de arcos corridos de medio punto y remate con un gran alero de madera. Su ayuntamiento también destaca por la monumentalidad del edificio, de estilo renacentista, con una lonja compuesta por dos arcos de medio punto en la fachada principal y un tercero en la lateral.
Salimos de la localidad por el Portal de Monjas. Se trata de la antigua puerta de muralla adosada al convento de las Agustinas. Es uno de los emblemas de la localidad y del Maestrazgo en el que destacan las celosías de barro y de yeso de su parte superior.
Continuamos nuestro recorrido sobrecogidos por la monumentalidad de su patrimonio hasta la localidad de Cantavieja.
Se trata del principal núcleo de población de la parte oriental del Maestrazgo aragonés, y capital de la Comarca.
Quizás lo más significativo de la población es que se halla situada sobre un imponente espolón de piedra con grandes barrancos a los lados y rodeada por un recinto amurallado muy deteriorado tras el paso de las guerras carlistas. A pesar de la influencia de éstas en el patrimonio de la localidad, conserva muchos elementos patrimoniales de gran valor arquitectónico y de gran belleza y plasticidad que harán que toda distancia recorrida desde nuestra casa rural hasta aquí merezca la pena.
La Plaza Mayor, considerada una de las más bellas de Aragón se encuentra presidida por el ayuntamiento, obra del siglo XVI con influencias góticas. Al lado se encuentra la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora, el templo de mayores dimensiones de la comarca. Es de estilo barroco. A sus pies, la torre campanario de 1652, con paso abierto bajo el cual discurre la calle. El conjunto de la Plaza se completa con la Casa del Bayle y la Casa Rectoral, edificios con interesantes portadas. Seguro que en este viaje no esperabais estar tan atentos al patrimonio que nos envuelve por todos los costados ¿verdad?
Antes de continuar con nuestro viaje no podemos olvidar, en la parte alta de la localidad, la iglesia de San Miguel, de estilo gótico, en cuyo interior se halla el sepulcro de Gonzalo de Funes, que llegó a ser Castellan de Amposta.
A tan solo 11kilómetros de Cantavieja y tomando la carretera A. 2726 se halla la localidad de La Iglesuela del Cid.
Estamos a unos 1200 metros de altura, y a escasos kilómetros de la provincia de Castellón.
Si retrocedemos hasta el año 1242, lo hacemos hasta el año de la fundación de la localidad, ya que se le concede carta de repoblación. También las órdenes religiosas del Temple y después la de los Hospitalarios de San Juan, van a formar parte de la vida de la localidad durante siglos.
Parece ser que el Cid, en su camino hacia el Levante, pasó por la localidad y así lo atestiguan un buen número de topónimos que todavía permanecen.
Destacado es el patrimonio de la localidad con la Torre de los Nublos, antigua torre del homenaje del castillo templario. Destaca también la iglesia de la Purificación, templo medieval con una profunda reforma del XVII y las casas solariegas Blinque y Matutano – Daudén, que en la actualidad es un hotel – hospedería del Gobierno de Aragón.
Es solo una muestra de todo el potencial patrimonial de esta localidad, pero la tarde se nos echa encima y debemos regresar a nuestra Casa Rural en Valdealgorfa.
Nuestro viaje por el patrimonio de estas tres localidades termina así, con buen sabor de boca y a buen seguro que ha merecido la pena. Ahora, cuando retomamos el camino de vuelta, no nos dejan impasibles las paredes hechas con la técnica de la “piedra seca”, que retienen la tierra de las terrazas proporcionándole al hombre el escaso espacio útil para el difícil cultivo y la siembra.
Ya de regreso, estas imágenes de La Iglesuela despareciendo tras las huellas de la piedra seca, a buen seguro que tardarán en desaparecer de nuestras retinas. Esperamos que hayáis disfrutado del día.