Caspe la ciudad del Compromiso.
Caspe conserva uno de los cascos urbanos en los que su rico patrimonio es la historia escrita reciente del Aragón de hoy en día. Además es la capital de la Comarca del Bajo Aragón Caspe y esta a solo 25 minutos de nuestra casa rural.
La construcción del embalse de Mequinenza en 1955 ha conformado también el carácter de una localidad a la que acuden cada año centenares de pescadores venidos de todas las partes el mundo, atraídos por unas posibilidades excepcionales para la práctica de este deporte.
Desde Casa Rural El Corral de Valero y tan solo a unos 40 minutos de Valdealgorfa, una visita a Caspe servirá para conocer una de las poblaciones más hermosas del Bajo Aragón. ¿Quieres venir a descubrirla?
Situada a los pies del embalse de Mequinenza y de los últimos meandros del rio Ebro antes de inmiscuirse en tierras catalanas, la ciudad de Caspe cuenta con unos 10000 habitantes.
Es conocida por ser la sede del Compromiso. Tras la muerte sin descendencia del Rey Martín I El Humano en 1409, Fernando de la casa castellana de Trastámara, tres años después, subirá al trono de la Corona de Aragón tras sucesivas deliberaciones de los emisarios del reino, en los restos de lo que hoy es el Castillo del Compromiso. Un hecho histórico de máxima importancia para la historia de Aragón y ejemplo universal de concordia y diálogo frente a las armas.
Así, inspirada por estos y otros hechos, la localidad respira historia y tradición. El estilo gótico sobresale en la Colegiata de Santa María, uno de los más notables que el gótico purista legó en Aragón, todavía influido por el estilo cisterciense, la cual debió de construirse entre los siglos XIV y XV erigida sobre un promontorio más elevado.
A su lado se halla el castillo con sus ruinas mutiladas y degradadas, tras la cabecera de la colegiata. Ahora solo nos quedan estos vestigios, restos de este conjunto monumental que comprendía la iglesia, el castillo del Bailío residencia de los comendadores y el convento de la orden de San Juan. Los avatares de la historia y las sucesivas guerras han reducido este magnífico conjunto monumental a lo que es en la actualidad. Quizás por melancolía, quizás porque forma parte de nuestra historia, la belleza del interior de la Colegiata se completará con la contemplación del “Cáliz” del Compromiso.
La Torre de Salamanca se halla situada a las afueras de la ciudad sobre un promontorio elevado. Fue construida por el general Salamanca durante la última de las Guerras Carlistas y podemos decir que es el castillo más moderno de Aragón. Sus proporciones son reducidas pero serviría de cabecera de una serie de fortines y miradores distribuidos por el Matarraña, y el Bajo Aragón. Es una construcción de arquitectura militar romántica, de proporciones perfectas fácilmente visibles.
Otro de los elementos relevantes de la ciudad es el mausoleo de Miralpeix, mausoleo tipo sepulcro – templo, rescatado de las aguas del embalse y que nos hace retroceder hasta la época romana del S. II d.C.
Caspe y su historia siguen marcando nuestro viaje por la localidad. Su origen prerromano nos lleva a visitar algunos de los yacimientos íberos conservados como la Tallada o la necrópolis de la Loma de los Brunos, descubierta por Manuel Pellicer y excavada en su totalidad.
Pero Caspe no solo es historia y patrimonio, Caspe también es sinónimo de agua. La construcción de la presa de Mequinenza en 1955 va a originar uno de los embalses más grandes de España, con una longitud de 110 kilómetros y un recorrido de costas interiores de alrededor de 500 kilómetros. Este remanso del rio Ebro es conocido también como el Mar de Aragón.
Numerosos pescadores vienen cada año a practicar esta modalidad deportiva, atraídos por la variedad de especies piscícolas y por especies exóticas únicas.
Así, Caspe también es sinónimo de gastronomía. El aceite de oliva virgen. Las berenjenas, cebollas, pimientos y tomates que elaboradas con patatas, calabazas y caracoles dan lugar a las fritadas o frigollas clásicas. Las olivas en todas sus variedades, aliñadas, asadas, chafadas, muertas con sal; los tomates secos fritos o los vinos de cuidada elaboración, todos ellos son exquisitos manjares con la personalidad de la localidad. Son representativas también las carnes en adobo y el ternasco, así como las cerezas y los melocotones.
Y si se trata de endulzar el paladar, son imprescindibles los hojaldres, las magdalenas, los mantecados de cuchara o de manteca, y las pastas de horno o de sartén.
Así es Caspe, una ciudad muy cerca de nuestra Casa Rural, la Ciudad del Compromiso, una ciudad por descubrir.
El Mar de Aragón. Embase de Mequinenzaque con sus 110 km de extensión se considera un mar interior. En su orilla se puede encontrar una gran diversidad de paisajes, flora y fauna puesto que divide los Monegros del Bajo Aragón y en sus aguas, perfectamente navegables, una variedad piscícola que lo convierte en un lugar privilegiado para la pesca. Carpas, lucioperca, black-bass y siluros son los más abundantes. Las dimensiones de los Siluros que se pescan y su facilidad hace que en él se disputen varios campeonatos internacionales.