Valderrobres, la capital de la Comarca del Matarraña.

Muy cerca de nuestra casa rural

valderrobresrosa1Valderrobres es la capital administrativa de la Comarca del Matarraña y está considerada uno de los cinco municipios más bellos de la provincia de Teruel.

Valderrobres derrocha historia, cultura y patrimonio por los cuatro costados, con un casco urbano declarado Bien de Interés Cultural. Su gastronomía y tradiciones no nos dejarán indiferentes.

Su perfecta ubicación, próxima a parajes naturales de gran valor, hacen que sea el lugar apropiado para el inicio de múltiples actividades al aire libre.

Tan solo a unos 20 kilómetros de Valdealgorfa, una visita a la localidad servirá para conocer una de las poblaciones más hermosas del Matarraña.

Situada a los pies del Perigañol y de la Caixa o peña de Aznar Lagaya, imponente mole de roca caliza de más de 25 metros de altura, Valderrobres está bañada por el rio Matarraña, desde antaño sigiloso y silencioso con sus aguas claras y limpias. Para acceder a su casco urbano recomendamos cruzar el viejo puente de piedra, donde se disfruta de una de las estampas más bellas de todo Aragón. Tras atravesar el portal de San Roque, construido a finales del S. XIV junto con el resto del recinto amurallado por el arzobispo Fernández de Heredia, el recibimiento no puede ser más espectacular con la Plaza Mayor y el conjunto de edificaciones que la componen; la Casa Consistorial o “Casa de la Vila”, imponente edificio monumental de estilo renacentista declarado Bien de Interés Cultural en 1982 y perfecto ejemplo de casa consistorial del Bajo Aragón de finales del S XVI con lonja en su parte inferior. A su lado la llamada “Fonda de la Plaza” seguramente ya en pie hacia finales del S XIV y que inicialmente era el lugar en el que se recaudaban los impuestos. Componen el conjunto edificaciones como la de Casa Pereret o Casa Pallarés, auténtico corazón de la localidad desde antaño y también en la actualidad, verdaderos testigos de su historia desde tiempos lejanos.

Desde aquí ascendemos por la Subida de la Iglesia. Situada en lo más alto, ya se hace evidente antes de cruzar el rio. La calle está repleta de bellos ejemplos de arquitectura civil en piedra, con interesantes aleros y balcones de madera. Tras zigzaguear por la calle, nos sorprende la extraordinaria portada gótica de la Iglesia de Santa María la Mayor, compuesta por once arquivoltas de arcos apuntados y coronada por un gran rosetón. La iglesia de Valderrobres es uno de los ejemplos más importantes del estilo gótico levantino. Seguramente fue construida en dos etapas, entre los S. XIV y XV. A escasos metros, en la parte más alta de la población, se alza el majestuoso castillo gótico, con un remoto origen en esencia, pero vinculado al Valderrobres monumental de los Arzobispos de Zaragoza Pedro López de Luna y García Fernandez de Heredia, los cuales acabaron por transformarlo en lo que es hoy, un palacete más residencial que defensivo. La panorámica desde el gran salón de arcos corridos en la parte superior del Castillo es excepcional. Como veis, Valderrobres conserva una rica historia y un valioso patrimonio.castillo valderosa

Para volver al centro de la localidad, es preferible que desciendas por el Portal de Vergós donde encontrarás rincones muy especiales como la escalinata de piedra decorada con flores entre las calles Huesca y La Paz, antes de sucumbir a los encantos de su cocina. Porque Valderrobres es gastronomía. Dada la orientación que la localidad ha llevado a cabo en los últimos años hacia el turismo, en los numerosos restaurantes ubicados a lo largo de todo su casco urbano, podremos degustar los mejores productos derivados de la matacía del cerdo como el lomo embuchado, longaniza de Aragón o paleta curada.  No en vano, estamos en tierra de porcino y es aquí donde se producen algunos de las mejores piezas de Jamón de Teruel con Denominación de Origen.

Y para endulzar nuestro paladar que mejor que unos dulces típicos elaborados a partir de almendra como los “ametlats” o tarta de almendra, los “carquinyols” o el “guirlatxa” o turrón de almendras en época navideña. Las “casquetas” o “tortas de alma”, postre con relleno de calabaza o las “rosques” o monas de pascua, son ideales en esas fechas.

Y qué mejor para terminar nuestra comida que acompañar los postres con una copa de “vi ranci” (vino rancio) elaborado en una de las varias bodegas asentadas en la localidad.

Pero Valderrobres también es cultura, es fiesta. Fiesta que inicia el año en torno al fuego de las Hogueras de San Antón el 17 de enero. El fuego purificador que anuncia la primavera y que marca el ciclo de cambio del solsticio de invierno donde toman forma los “diablets”, seres míticos con forma de diablo que desde fechas inmemoriales simbolizan el despertar de la naturaleza, avanzan la llegada de la primavera y el final de las penurias del crudo invierno; Santa Águeda, los Carnavales con la fantasmada en el Castillo o las fiestas patronales en honor a la Virgen de Agosto.

Por último, Valderrobres también es naturaleza. Su excepcional ubicación, a los pies del rio Matarraña y de enclaves naturales espectaculares como “Les Ports”, el Parrizal y el río Ulldemó, convierten a la localidad en el lugar ideal para el comienzo de actividades al aire libre y excursiones senderistas a pie o en bicicleta.

 

Todo esto es Valderrobres, patrimonio, tradiciones, gastronomía, fiestas, naturaleza; todo lo que tú quieras y más. ¿Quieres venir a descubrirla?

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