Las Saladas de Alcañiz
Las lagunas saladas de Alcañiz son un conjunto de una treintena de cubetas que se distribuyen en una amplia superficie donde se alternan los cultivos de secano y cabezos con vegetación de matorral.
Se encuentran ubicadas en el fondo de una cuenca endorreica, es decir, sin drenaje, situada entre 350 y 400 metros de altitud.
En este tipo de cuencas el agua fluye, subterránea, desde las zonas de recarga perimetrales hacia el centro de la cubeta. El agua se pierde únicamente por evaporación, por lo que las sales se concentran en las lagunas, las cuales reciben el nombre popular de saladas, por el se las ha acabado conociendo. Debido a la escasez de lluvias y a la fuerte insolación, que hace que la evaporación sea mayor que el afloramiento de agua, las lagunas no tienen agua permanentemente y muestran gran parte del año
sólo una costra de sal precipitada en la superficie.
En la cuenca endorreica de Alcañiz destacan especialmente seis lagunas por sus grandes dimensiones. Entre ellas la Salada Grande, la Salada de Calanda y La Estanca, convertida en embalse para riego y que ha perdido su carácter de laguna estacional.
La Salada Grande tiene una longitud máxima de un kilómetro y medio y el área de aguas estancadas llega a alcanzar 85 hectáreas de superficie, mientras que la vegetación salina ocupa otras 55 hectáreas de terreno. Se sitúa próxima a la estanca y contiene agua buena parte del año. Pero la fuerte evaporación causada por el cierzo o el calor del verano provoca la ascensión de las sales disueltas que se depositan en las orillas.
Entre la vegetación se pueden encontrar todavía tanto matorrales de romero, tomillares y espartales como albardinales (Lygeum spartum).
Es una importante zona de cria e invernada de la rara lechuza campestre (Asio flammeus), en Aragón.
Tambien es hábitat típico de las terreras marismeñas (Calandrella rufescwns) avecillas típicas de las estepas salinasa, así como de sisones (Tetrax tetrax), gangas (Pterocles alchata) y ortegas (Ptrocles orientalis).
Fuente: Natruraleza de Aragón. com
La Salada de Chiprana
Entre los cultivos y los cerros ocupados por matorrales de la Comarca del Bajo Aragón-Caspe encontramos la Reserva Natural Dirigida de las Saladas de Chiprana, un humedal constituido por una laguna central de mayor tamaño y varias cubetas de aguas temporales. Esta laguna mayor recibe el nombre de Salada de Chiprana o Salada Grande, mientras que entre las menores destacan el Prado del Farol y la Salada de las Roces.
La característica principal que hace a las Saladas de Chiprana un enclave único es el endorreísmo, un fenómeno típico de regiones secas o semiáridas. Esto es que tiene una cuenca propia de régimen irregular, cuyas aguas no fluyen hacia el mar.
Otra característica de la Salada de Chiprana es que es la única laguna endorreica salina de aguas permanentes profundas de Europa occidental, con una profundidad máxima que llega a los 5’6 metros, cuando lo normal es que en las demás lagunas endorreicas no supere el metro de profundidad. La Salada de Chiprana posee un nivel estable de agua cuyo principal aporte es subterráneo.
Las especiales condiciones de la Salada de Chiprana hacen que albergue de una gran diversidad biológica, especialmente de comunidades microbianas y especies adaptadas a la gran salinidad de las aguas. En cuanto a la existencia de aves asociadas a la laguna destaca especialmente la comunidad de tarros blancos y otras como los patos colorados o las fochas comunes.
Además de haber sido declarada como Reserva Natural por el Gobierno de Aragón también fue incluida en la lista de Humedales de importancia internacional incluidos en el Convenio Ramsar.
Fuente: Red Aragón . com