Conjunto gótico Castillo – Iglesia de Valderrobres
La iglesia de Santa María La Mayor de Valderrobres, al igual que el magnífico castillo con el que se comunica a través de un corredor elevado y cubierto, se construyó a instancias de obispado de Zaragoza. Se realizó fundamentalmente en dos fases: la primera, entre 1321 y 1349, coincide básicamente con el arzobispado de don Pedro López de Luna. (…) La segunda se ejecutó entre 1390 y 1415, coincidiendo con el arzobispado de don García Fernández de Heredia y de Benedicto XIII.
Representa uno de los ejemplos más imponentes del gótico levantino. La iglesia es de nave única con ábside poligonal de siete lados, cubierto con bóvedas de crucería sencilla. Lo primero que sorprende al visitante es la portada de acceso a la iglesia en el lado meridional con su gran rosetón, según se sube por la calle de acceso.
La portada es una de las más bellas del gótico aragonés con once arquivoltas de arcos apuntados. Toda ella se halla flanqueada por dos grandes contrafuertes. Es interesante tener en cuenta los capiteles en friso corrido y la decoración, tanto del lado derecho como del lado izquierdo de la misma.
A su lado y adosado a la misma, se halla la imponente mole del castillo, el cual se halla construido sobre una roca natural. Este castillo adquiere su actual porte señorial cuando hacia finales del XIV, los arzobispos de Zaragoza deciden reconstruir su estructura defensiva y así reconvertirlo en residencia palaciega.
Nombres tan ilustres en el Aragón de ese momento como García Fernández de Heredia, Dalmau de Mur y Cervellón y Hernándo de Aragón van a participar en su reconstrucción.
Para encontrar el actual germen del castillo hay que retroceder hasta el final de la reconquista, en el año 1179 cuando Alfonso II de Aragón dona los territorios de la Peña Aznar Lagaya al obispado de Zaragoza. Posteriormente a Fortún Robert, Conde de Aragón y antiguo Canónigo de la Seo.
Pero lo realmente impactante es la visita a las estancias que lo componen. La planta baja da entrada al recibidor, y de allí, desde una puerta, se accede a las caballerizas. Destaca también la imponente Sala Capitular sustentada por arcos diafragma que sostienen vigas de madera.
La primera planta o planta noble era una de las zonas del castillo destinadas a la nobleza. A través de una puerta se accede al impresionante salón de las chimeneas. Se trata de una gran estancia decorada con ventanas ajimezadas y tres enormes chimeneas que procuraban calefacción. Al fondo se hallan las estancias privadas del Arzobispo y también la cocina, perfectamente rehabilitada y conservada, con un gran fogón central y su espectacular chimenea octogonal con linterna. Es curioso el sistema de aperturas que permitía pasar los platos hasta el gran salón contiguo.
Por último, la estancia alta del castillo correspondiente a los siervos y graneros. Es una estancia diáfana, bien ventilada y con una galería de ventanas de medio punto que constituye un magnífico mirador de Valderrobres y de la Comarca.
Como veis, no os lo podéis perder.