Casa Rural Valero, a un paso de Belmonte de San José en Teruel
Situada a orillas del río Mezquín, donde el Bajo Aragón se confunde con la vecina comarca del Matarraña, Belmonte de San José ofrece al visitante de forma silenciosa la oportunidad de disfrutar de la historia, de descubrir sus múltiples recursos patrimoniales, y de perder la vista en el horizonte a través de los miradores de la Tierra Baja. Un paisaje amable bañado por la luz, donde los pinares, los olivos y los almendros son los protagonistas.
A tan solo 20 minutos por carretera del Corral de Valero, te invitamos a recorrer sus calles y rincones de forma relajada pero atenta, para que no te pierdas nada.
¿Vienes con nosotros?
Para realizar un recorrido urbano por Belmonte de San José, recomendamos dejar el vehículo junto a la carretera. Iniciaremos el paseo atravesando el Portal de Soldevila, el único conservado de los cinco que tuvo la vieja muralla medieval. Repoblada en el siglo XII por gentes venidas de Lérida (de ahí la lengua conservada en la actualidad), la población conserva buena parte de su urbanismo original, así como magníficos ejemplos de casas solariegas de estilo aragonés de los siglos XVI al XVIII.
En la calle que nos conduce a la Plaza Mayor podemos ver algunos de estos edificios, destacando la “Casa Bosque”, con su zaguán de cantos rodados para la solería. En la Plaza destaca sin duda la Casa Consistorial, edificada a finales del S.XVI y que conserva la vieja cárcel en la planta baja, una más de las que forman la Ruta de las Cárceles del Mezquín y Matarraña. Desde aquí tomamos la Calle Baja, donde apreciaremos otro viejo portal y preciosos rincones como la Calle de la Vicaría, especialmente en primavera cuando se encuentra jalonada de flores en múltiples macetas. Al llegar a la “calle de los gatos” atravesaremos una vieja casa de labranza a cielo abierto hasta llegar al Horno del siglo XVII. Justo al lado se ubica la magnífica Casa del Solá, obra de 1539 que incorporó después la hornacina de la virgen del Pilar.
Seguimos por la calle Francia hasta llegar al Portal de la Muela, lugar especial conocido como “Balcón de la Tierra Baja” debido a la panorámica que ofrece de este territorio. Esta era la entrada a la población y Camino Real desde Alcañiz a Monroyo y Morella. Es hora de tomar la Calle Mayor, desde donde podemos llegar hasta una nueva puerta, el “postigo del Portell” o “Bello rincón aragonés”, y también hasta la iglesia parroquial del Salvador.
El templo, de estilo barroco, conserva en el exterior una magnífica fachada con columnas salomónicas y una esbelta torre campanario. En su interior sobresale el bello órgano barroco, restaurado recientemente, y las tres lámparas o arañas de la nave central.
Para concluir el paseo llegaremos de nuevo a la Plaza Mayor. Junto a la fuente, todavía queda admirar la Casa de Juan Pío Membrado, el más ilustre y erudito hijo de Belmonte y sin duda, una de las figuras claves del regeneracionismo bajoaragonés de principios de siglo XX. Su actual propietario guarda cautelosamente en el interior obras originales en la biblioteca, así como el despacho del escritor y otras estancias de gran interés.
Nuestra ruta no acaba aquí. Debemos atravesar el último portal y llegar hasta la zona de las eras viejas, a unos 300 metros de la localidad, para conocer un espacio de visita obligada. Se trata de la antigua Nevera o pozo de hielo, una construcción popular imponente de 10m de altura y casi 9 de diámetro donde se conservaba la nieve y hielo del invierno durante todo el año desde el siglo XVII. Se trata probablemente de la nevera más espectacular de la Ruta de las “Bóvedas del frío” del Bajo Aragón.
Si decides volver a Valdealgorfa por la N-232 no dudes en detenerte unos minutos en la ermita de San José, pues allí se sitúa uno de los mejores miradores de toda la comarca, donde los montes de pino mediterráneo conviven con el paisaje moldeado por el hombre, el de los cultivos de olivo y almendro, base histórica de la economía de la zona.
Y si te gusta el senderismo, no olvides que es desde aquí, desde Belmonte de San José, donde parte una de las rutas señalizadas más atractivas del Bajo Aragón, la del “Barranc Fondo”.
Una oportunidad única para disfrutar de este recorrido por el curso fluvial del río Mezquín, de escaso caudal pero formado por cañones angostos, espectaculares formas pétreas y con lugares cargados de historias locales, como el Refugio o el Molí Siscar. Una ruta apta para todos los públicos, con una distancia aproximada de 8Km entre Belmonte y La Codoñera.
Así es Belmonte de San José; un pequeño lugar lleno de grandes cosas. Una excursión sin prisas para conocer un pedazo de esta tierra cargada de recursos.